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martes, 19 de julio de 2011

El hombre no muere del corazón, muere por sangre sucia

Enfermedades Cardiocirculatorias

Las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte en algunos países

El sistema cardio-circulatorio está formado por el corazón, venas, arterias y vasos sanguíneos, cuya función es mantener una buena circulación de la sangre, para poder nutrir todos los órganos y tejidos del cuerpo, manteniéndolos en un buen estado de salud.
Un corazón sano y fuerte, resiste las circunstancias desagradables sin que estos determinen un peligro funcional; pero tan pronto se debilita por una mala alimentación, el estado mórbido de sus células le hacen perder resistencia y lo predisponen a diversas afecciones, como: Carditis, pericarditis, angina, endocarditis, atrofia, hipertrofia, acumulación grasa, infarto, alteraciones de la presión arterial, etc. que a la vez repercuten en una mala circulación de la sangre y el desarrollo de otras complicaciones.
Pero: "El hombre no muere del corazón, muere por sangre sucia".


Porque el corazón a semejanza de una bomba de agua, cumple la misión de absorber e impulsar el torrente sanguíneo, para hacerlo circular alrededor de todo el cuerpo; por lo tanto depende de la pureza de la sangre, para que ésta fluya con facilidad permitiendo a su vez que el corazón funcione con toda normalidad, pero si la sangre está recargada de impurezas (colesterol, triglicéridos, etc.) las cuales a su vez se adhieren a las paredes de las arterias reduciendo su diámetro, lo cual dificulta la circulación de la sangre, dando como resultado un trabajo forzado del corazón, el cual debe seguir impulsando la misma cantidad de sangre por un tubo más estrecho. Además no debemos olvidar que un líquido mientras más denso (espeso), necesita mayor presión y circula con mayor dificultad. Lo mismo sucede con el sistema cardio-circulatorio.
Podemos afirmar ahora con toda certeza que las diversas enfermedades del sistema cardio-circulatorio, tienen como causa principal una sangre morbosa y tóxica debido a los malos hábitos en la alimentación.
Analicemos un ejemplo: Si estruja con sus manos cualquier fruta (mango, uva, pera, etc.) o verdura (tomate, pepinillo, cebolla, etc.), simplemente en contacto con el agua sus manos quedan totalmente limpias; pero si unta sus manos con leche o derivados, frituras, grasas, etc.; esta suciedad no solo necesita agua, sino un jabón especial además de frotarlo con presión para quedar limpio.
Por lógica debemos comprender que lo mismo sucede exterior como interiormente. Así hemos comprobado que para tener sangre limpia y de buena calidad se deben consumir alimentos naturales, pero si se satura de leche, queso, mantequilla, grasas, frituras, chocolates, adobos, café, coca cola, pepsicola, etc. ¿qué puede esperar de ello?. Sencillamente el desarrollo de enfermedades.
Así como el agua pura es indispensable para lavar, cocinar, asearse, etc., también es vital interiormente para mantener limpio nuestro organismo, permitiendo un buen funcionamiento del sistema cardio-circulatorio. Si no lo hace no lamente si vive enfermo, ya que todo esto está a su alcance y en sus propias manos.
La solución para prevenir y combatir estas enfermedades es seguir una alimentación biológica (natural) correcta, exenta de alimentos, bebidas y sustancias tóxicas.
Recomendaciones: (para más información puede llamarnos)
1. Consumir de 6 a 8 vasos de agua natural cada día.
2. Consumir en las ensaladas uno o dos dientes de ajo.
3. Practicar ejercicios respiratorios, gimnasia moderada y baños sauna o de vapor uno o dos por semana.
4. Evitar los disgustos y depresiones.
5. Acostarse a dormir lo más temprano posible.
6. Comer una toronja por día.
7. Tomar cada día 3 tazas de té o infusiones alternas de menta, toronjil, congona, romero, tilo o valeriana.
8. Evite el consumo de sal.
9. Mantenga una disposición alegre: "El corazón alegre constituye un buen remedio, más el espíritu triste seca los huesos" Proverbios 17:22.
En Ayunas: Alternadamente se toma un día un vaso de agua con el jugo de un limón y el otro día un vaso de agua con una cucharada de jugo de cebolla.
Desayuno: Fruta fresca con algún cereal o pan tostado.
Al medio día: Una ensalada cruda abundante de zanahoria rallada, remolacha (betarraga), lechuga, cebolla, célery (apio) con ajo ralladito, aceite de olivas y unas gotas de limón. Papas al horno o cocinadas con cáscara y peladas, vegetales al vapor o alguna vianda.
Cena: Similar al desayuno o como al medio día pero en menor cantidad.
Contraindicaciones: Toda clase de carnes, pescados, mariscos y derivados, leche y derivados, chocolates, café, té negro o lipton, alcohol, tabaco, frituras, vinagre, adobos y sazonadores industrializados, pastas y galletas (use integrales) y toda clase de bebidas sean sodas o refrescos industrializados (envasados).
Para mantener un buen funcionamiento del sistema cardio-circulatorio, practique la alimentación natural y beba solo agua pura para aplacar la sed.

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